El
1 de Diciembre del año 2011 desde El Transbordador nos hacíamos eco del
documental que pensaba rodar Raúl Julia Levy sobre la relación que, según él,
existía entre mayas y extraterrestres. Un documental que aportaría, para que no
hubiese lugar a dudas, gran cantidad de documentación sobre determinadas piezas
arqueológicas claves para desentrañar todo este asunto. Pero esos momentos de
euforia generalizada ya quedaron atrás. Ahora todo parece haber tomado un rumbo
incierto en el que los jueces y los tribunales pueden ser protagonistas.
El
9 de Mayo, Steve Pond, en un artículo del diario digital The Wrap, hizo
estallar la caja de los truenos. En él se podía leer que la productora del
documental, Elizabeth Thieriot, se había fugado con toda la documentación que
iba a ser utilizada en el mismo. Incluso, y en palabras de Raúl Julia Levy,
entre los días 13 y 17 de Abril, la señora Thieriot, habría realizado
grabaciones en lugares sin autorización previa por el gobierno mejicano.
Además
de estas afirmaciones al citado periodista, Julia Levy llegó a denunciar a
Elizabeth Thieriot, a Emiliano Chaparro Martínez, que era director de
fotografía, y a Eduardo de la Cerda, el pasado 14 de Abril. Pero el descontento
del productor con Elizabeth no termina ahí. Este va un poco más allá y la acusa
de haberle robado 80.000 dólares de una cuenta del Chase Manhattan Bank. Una
cuenta cuyos fondos debían ser utilizados para sufragar algunos gastos de la
producción.
Pero
la respuesta de la fundadora de la R&E Productions no solo no se hizo
esperar sino que, además, ésta llego en forma de demanda. Una demanda contra el
diario digital The Wrap y contra el periodista Steve Pond por difamaciones. Y
es que Elizabeth Thieriot sostiene que ella era la única productora del
documental y que, la historia de Raúl Julia Levy, tiene su origen en un
arrebato tras ser relegado de su cargo.
Una
vez puestas encima de la mesa las dos versiones, hay que decir que no es la
primera vez que julia Levy ha tenido problemas con la justicia. De hecho,
además de haber tenido denuncias por venta de drogas, violencia doméstica,
crueldad infantil y asalto sexual se le une la sombra que recae sobre su
verdadera identidad. Una identidad que podría haber sido sustraída, según
afirma la viuda del actor Raúl Julia, la cual, asegura que este personaje en
realidad se llama Salvador Alba Fuentes. Un misterioso giro que, a pesar de los
hechos, puede dejar por los suelos tanto la credibilidad del productor como la
del documental.
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Esto se pone cada vez más bizarro!
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