Estoy
seguro de que a todos, en alguna, nos han sobrecogido las escenas de películas
como El exorcista o La profecía. Sin embargo, todo el terror
que padecemos durante el film desaparece cuando éste termina. El problema viene
cuando las situaciones que vemos en la gran pantalla se hacen realidad. El pan
nuestro de cada día. Esto es precisamente lo que le está sucediendo a una
familia colombiana.
Rosa
Helena Farias y Oscar Palencia son los padres de un pequeño que apenas cuenta
con cuatro semanas. Cuatro semanas que han sido suficientes para que, en
palabras de sus progenitores, el niño sea capaz de andar, reírse maliciosamente
e incluso prender fuego a determinados objetos. La madre asegura que el bebé
aparece muchas veces en lugares imposibles cuando, en realidad, debería estar
en la cama. Y es que cuando la señora Farias se dispone a coger a su retoño
para devolver al catre, una extraña fuerza se lo impide. Oscar Palencia no lo
está pasando mejor. Afirma que en su domicilio se queman cosas sin saber cuáles
son los motivos.
Los
vecinos, por su parte, y sabedores de esta situación, han comenzado a poner los
medios pertinentes para tratar de obligar a la familia a abandonar su casa. No
quieren tener entre ellos al que ya han bautizado como el hijo del diablo.
Mientras, los médicos que están tratando al pequeño aseguran que no hay que
caer en la superchería y que todo puede deberse a unas explicaciones que los
padres dan para ocultar algún tipo de malos tratos.
Más información
0 comentarios:
Publicar un comentario