La fascinación del ser humano por el firmamento y por sus secretos ha hecho que, en multitud de ocasiones, se repitan, una y otra vez, las mismas preguntas. Unos interrogantes que hacen que nos veamos como algo insignificante en la inmensidad del Universo. Quizá por eso, por esa sensación de insignificancia, las espirales que hemos podido ver en los cielos en los últimos años nos parezcan algo sobrenatural. Un fenómeno sin explicación posible. Sin embargo, como suele suceder en la inmensa mayoría de las ocasiones, y como casi todo en este mundo, sí la tenga.
Noruega, miércoles 16 de Diciembre de 2009.
Alrededor de las 7:50 hora noruega, un rayo de luz azulado parte desde la superficie de la tierra hacia el cielo. Una vez en lo alto, el rayo, ante la estupefacción de los testigos, forma una espiral de un color azulado, brillante y eléctrico, que gira sobre sí misma hasta que, creando una especie de agujero negro, desaparece por completo esfumándose sin dejar rastro.
Israel, jueves 7 de Junio de 2012.
Alrededor de las nueve y cuarto de la noche una luminiscencia en forma de espiral va cobrando forma en el cielo para difuminarse completamente al cabo de unos segundos. De este acontecimiento hay testimonios de otros tantos países como Armenia, Turquía, Chipre o Jordania. Un fenómeno muy similar al anteriormente mencionado y que, por ese preciso motivo, ha hecho levantar las sospechas de todos aquellos que no creen en la verdad oficial.
Dos acontecimientos de similares características que podrían pedir explicaciones parecidas. Sin embargo, y desgraciadamente, se han intentado explicar con hipótesis demasiado extravagantes como vamos a ver a continuación.
Proyecto Blue Beam
El proyecto rayo azul es una de las justificaciones más difundidas, y bizarras, dicho sea de paso, que circulan por los foros más conspiranoicos de la red de redes. Según esta teoría, la espiral que se vio en Europa formaría parte de un proyecto secreto estadounidense que tendría como objetivo simular signos evidentes de invasiones extraterrestres para unificar a toda la población mundial bajo un único gobierno. Este proyecto constaría de cuatro fases.
Una primera que tiene como objetivo la destrucción de todo conocimiento arqueológico que pueda rebatir el dogma establecido a nivel religioso a través de movimientos sísmicos de gran intensidad. En la segunda, la generación de hologramas en tres dimensiones, adaptados a las propias creencias de cada población, a lo largo y ancho del planeta, serviría para comenzar con la unificación de todas las religiones. En la siguiente, en la tercera, se trataría de comunicar telepáticamente con determinadas personas de nuestra civilización para introducir paulatinamente el concepto de una invasión inminente. En la última, para terminar, se llevarían a cabo manifestaciones sobrenaturales utilizando métodos electrónicos, para hacer creer a la humanidad que el fin del mundo, tal y como lo conocemos, es inminente.
Según este contexto, nosotros nos encontraríamos a caballo entre la primera y la segunda fase. Y es que las personas que defienden esta línea de pensamiento, argumentan que los últimos terremotos acaecidos en el continente americano como el de Haití o el de Chile, serían pruebas irrefutables de la primera fase del proyecto.
Asimismo, la segunda fase del Blue Beam, tendría que ver con, por ejemplo, las formaciones piramidales que se han podido ver en diferentes puntos del planeta y que según las teorías conspiranoicas es mucha coincidencia que se correspondan con la simbología illuminati.
El proyecto HAARP
Otra de las hipótesis que se esgrimen para explicar las causas que originan el fenómeno de las espirales es el proyecto HAARP. Un proyecto que, en esencia, se utiliza para estudiar la atmósfera. En cambio, para estos grupos, es un proyecto que, debido a su opacidad a la hora de ofrecer explicaciones al gran público, es el candidato idóneo para sus lucubraciones. La verdad es que, en este aspecto, no se les puede culpar de ello.
Según estos grupos, estas espirales no serían otra cosa que el resultado de las microondas emitidas desde Alaska para, entre otras cosas, modificar el clima o controlar mentalmente a una determinada población. Unas microondas generadas con una tecnología desconocida por el común de los mortales y de la cual no se tiene ni constancia ni ningún tipo de documentación veraz.
Vórtice interestelar
Esta opción, aunque a muchos pueda parecerle extraño, también se ha puesto sobre la mesa a la hora de buscar una causa lógica a las espirales de marras. Son muchos los que están convencidos de que la espiral no era más que el umbral a una especie de portal espacio temporal. No en vano, el peculiar agujero negro que se forma en el interior de la espiral, sería el medio elegido por entidades de otros planetas, para hacer acto de aparición en el nuestro. Unas entidades que utilizarían con cierta asiduidad este sistema para comunicarse con otros mundos. De ahí que este fenómeno se haya dejado ver en dos ocasiones por el gran público y en multitud de ellas para los que apoyan esta tesis. El problema radica en que, seguramente, no los propios defensores de esta hipótesis sepan lo que es un vórtice interestelar.
Una vez expuestas estas hipótesis, debemos volver a poner los pies en la tierra y echar la vista atrás. Retrotraernos al 22 de Junio del año 1976. Porque, quizá, el origen de toda esta historia está en ese preciso instante. En las Islas Canarias.
22 de Junio de 1976. El origen.
En los cielos de las Islas Canarias se deja ver un impresionante fenómeno luminoso. La gran mayoría de los testigos hablan de una gran esfera que irradiaba una potente luz. Dicha luminosidad, se irá desvaneciendo paulatinamente hasta dejar un rastro en forma de espiral. La prensa de la época se hace eco de este hecho extraordinario. No hay duda. Los vecinos de la localidad de Gáldar han visto alteradas sus rutinas por algo que escapa por completo a su comprensión.
Incluso el diario ABC, en su edición del 26 de Junio de 1976 para la comunidad andaluza, se hace eco de la noticia afirmando que “un ovni estuvo posado en tierra durante veinte minutos”.
En la página 66 del expediente desclasificado por el ejército del aire del denominado Caso Gáldar, se puede leer una declaración del capitán de la corbeta Atrevida: “El día 22 de Junio, se vio por primera vez un foco luminoso, de color amarillo azulado intenso, saliendo de tierra y elevándose en altura
con dirección a nuestra posición (...) El foco se fraccionó, quedando una parte más pequeña abajo, en el centro de círculo luminoso, formándose una nube azulada y desapareciendo la fracción que dio origen a este núcleo azulado. La superior tomó altura en espiral de una forma rápida e irregular, desapareciendo posteriormente”.
Esta declaración, coincide con la mayoría de declaraciones reflejadas en el expediente 760622 del Ejército del Aire español (páginas 31 a 75). Esto viene a demostrar que algo, sea lo que fuere, vieron en los cielos los habitantes de la localidad canaria de Gáldar. Muchos fueron los que se lanzaron a investigar este suceso. De este modo, si desgranamos las pesquisas que llevaron a cabo las autoridades del estado y los investigadores llegamos a las dos principales hipótesis que se plantearon: avistamiento ovni y pruebas balísticas fallidas
¿Fue un ovni?
En un primer momento, y ante la falta de datos y la abundancia de declaraciones de diferentes testigos, solamente se acertó a decir que lo que habían visto era un ovni. Eso no era de extrañar siempre y cuando tomemos un ovni como un objeto volador no identificado. Pero aquello no quedó ahí. Un testigo, el Docor Julio Padrón, que circulaba en esos momentos en el interior de un taxi aseguró, que mientras el fenómeno luminoso permanecía estático, pudo divisar dentro de él “tres paneles y dos figuras con sendos uniformes”. A todo esto, hay que sumar la dificultad que tuvo todo un capitán de navegación, recordemos que esta persona está encuadrada dentro de los testigos de primera categoría (página 11 del expediente apartado 2.2.1), en identificar lo que vio aquella noche. Pero hay más. El tiempo que permaneció el no identificado en los cielos totalmente estático fue escandaloso: entre veinte y cuarenta minutos. Un tiempo demasiado largo como para tratarse de algo conocido por el hombre, de algo común. Sin embargo lo extraordinario no terminó ahí. Tras comprobar con los distintos aeropuertos que el no identificado no se correspondía con ningún trafico aéreo, se consultó con el EVA (escuadró de vigilancia aérea) si habían visto algo sospechoso en sus radares. La respuesta fue simple y llanamente que no se habían observado anomalías en ninguno de los equipos del escuadrón, tal y como refleja la página 14 del expediente oficial.
Y es que muchas fueron las preguntas que se hicieron los habitantes de Gáldar en esos momentos. Un globo sonda, un planeta quizá, pruebas militares de algún tipo, algún fenómeno atmosférico. Todo eso parecía no tener sentido.
De todas formas, todo lo antes mencionado quedaría únicamente en simples testimonios y apreciaciones de diferentes personas, sino fuera porque en el expediente oficial aparece un elemento que cuando menos da que pensar. Se trata de una carta manuscrita por el Doctor Julio Padrón en la que afirma que está recibiendo presiones por parte del Ministerio del Aire, como si de los hombres de negro se tratase, para no difundir ni revelar ningún dato sobre el avistamiento: “Siento no poder hablar pues el Ministerio del Aire envió a mi domicilio un juez Instructor quién me manifestó que no puedo manifestar a nadie lo observado bajo sanción militar”.
¿Fue un misil Poseidón?
En la introducción plasmábamos lo que decía el expediente desclasificado por el Ejército del Aire con respecto al avistamiento del 22 de Junio de 1976. Sin embargo, también, en dicho expediente, se puede leer un párrafo que puede permitir explicar este caso desde el punto de vista más racional. “Las investigaciones que se están efectuando sobre el supuesto ovni avistado desde estas islas en la madrugada del pasado día 5 parece demostrar que se trata de un misil disparado desde aguas internacionales (...)”
Hay que decir que los principales defensores de esta teoría son Vicente Juan Ballester Olmos y Ricardo Campo Pérez. En ella, defienden, que lo que vieron los testigos en los cielos Canarios fue un misil Poseidón C3 (ver artículo de la Revista Aeronáutica y Astronáutica de Marzo de 2001) ,lanzado desde el submarino SSBN642, el cual estuvo operativo entre 1968 y 1984 con la tecnología más avanzada de aquellos momentos.
Los autores de este artículo sostienen que toda la parafernalia luminosa que se pudo ver aquella noche de Junio de 1976 es propia de este tipo de proyectiles, concluyendo que la estela que van dejando durante su trayectoria, así como la espiral final que deja de color azulado, se produce debido al giro del cohete sobre su propio eje y a los materiales utilizados en este tipo de armamento.
De hecho, todo esto se ve refrendado con la información obtenida de las tablas de Krebs/McDowell/Cleary, en la que se recogen los lanzamientos de misiles Poseidón en esas fechas. Concretamente para el día 22 de Junio de 1976 se recogen dos lanzamientos. El primero el lanzamiento L098.119 efectuado a las 20:16 horas según el meridiano de Greenwich, y el segundo el lanzamiento L098.120 un minuto después. Teniendo en cuenta que el propio Cleary reconoció que las horas no eran exactas y que todas ellas tenían sesenta minutos de desfase, y sabiendo que el avistamiento se produjo trece minutos después del segundo lanzamiento, parece bastante lógica la teoría que proponen los señores Olmos y Campos, concluyendo que con toda probabilidad lo que sobrevoló el archipiélago canario fue en lanzamiento L098.120.
Pero aun tenían que atar un cabo suelto: ¿quién era el autor de estos lanzamientos? La respuesta fue breve, concisa y muy ambigua ya que en el texto se aduce a que los expedientes están clasificados: los estadounidenses.
Conclusiones
Cuando se revisan una y otra vez ambas hipótesis uno no sabe qué pensar. Sin embargo, si tenemos en cuenta que quizá el señor Padrón no reunía las condiciones idóneas para prestar una declaración que se ajustase completamente a los hechos, así como el hecho de que la inmensa mayoría de testigos afirmó ver algo completamente distinto a este último, la teoría de las pruebas balísticas cobran mucha más fuerza. Y aun más, si cabe, cuando vemos que en los casos recientes de Noruega e Israel, existen pruebas de que allí también se realizaron lanzamientos de misiles.
Pruebas fallidas de misiles Bulavá
Estas pruebas consistieron en el lanzamiento de misiles Bulavá, probablemente desde submarinos Borey. Estos proyectiles han sido diseñados para alcanzar objetivos situados a una distancia de hasta 8.000 kilómetros, portar varias cabezas nucleares y eludir cualquier tipo de radar. De este modo, y en declaraciones de Vladimir Putin, se equilibrarían muchos las fuerzas con respecto a EE.UU. ya que Rusia podría disponer de un gran arsenal nuclear.
Sin embargo, las pruebas de este nuevo tipo de misil ruso han sido muy controvertidas ya que desde que se iniciaron, allá por el 2006, han sido seis, de doce lanzamientos, los que han dado problemas. Es por ello la reticencia del gobierno ruso a la hora de apuntarse este nuevo fracaso en sus pruebas balísticas.
Aun así y a pesar de todo, pueden quedar dudas sobre el origen del fenómeno dada su extrañeza. Y es que, a pesar de no ser muy habitual relacionar la espiral luminosa con el lanzamiento de un misil, hay que decir que dicho efecto se debe al giro sobre su propio eje del proyectil. Además, una de las mayores autoridades en cuanto a lanzamientos balísticos se refiere, Jonathan McDowell, ha afirmado que “probablemente se trata de un misil balístico fallido lanzado por Rusia desde un submarino para probar su sistema de defensa”.
Pruebas fallidas de misiles Tópol
Como ya sucediera en otras ocasiones, este fenómeno ha sido producido por el lanzamiento de un misil de origen ruso. Más concretamente de un misil perteneciente a la hornada Tópol. De hecho la agencia de noticias rusa Ria Novosti se hizo eco de las declaraciones del Ministro de Defensa ruso en las que se dice que desde la región de Astrakhan, el día 7 de Junio, a las 21 horas y 39 minutos, se lanzó un misil del tipo RS-12M Topol, los cuales están siendo probados regularmente desde el inicio de su programa en el año 2000. Además el fenómeno que se pudo filmar en Israel, fue también denunciado en Armenia, Turquía, Chipre, Líbano o Jordania.
Epílogo
Antes de comenzar este epílogo, me gustaría decir que hasta que comencé esta investigación, estaba plenamente convencido de que lo que habían visto los habitantes de la localidad canaria era un ovni. Incluso un ovni de procedencia extraterrestre atendiendo a las declaraciones del Doctor Julio Padrón y los dos ya famosos humanoides manipulando lo que podían ser los mandos de una nave espacial. Pero cuando pude estudiar con detenimiento los datos de lo acontecido en tierras escandinavas, supe que guardaba una estrecha relación con el caso español.
En ambos casos, la fenomenología resultante del avistamiento era prácticamente idéntica. Una estela incandescente que parece emerger de las aguas, que da paso a una gran esfera luminosa que se forma en los cielos, y que se diluye paulatinamente dejando como único vestigio de lo acaecido una espiral de un color azulado eléctrico.
Esto, que en un primer momento puede parecer algo extraordinario, no son más que las tres fases que siguen este tipo de misiles intercontinentales. El Poseidón en 1976, el Bulavá en 2009 y el Tópol de 2012.
Proyectiles cuya primera fase es el lanzamiento desde sendos submarinos, donde la segunda fase consiste en la explosión de dicho artefacto, y que debido a los materiales utilizados producen esos efectos visuales tan llamativos, y en cuya última fase, y debido a la rotación del misil sobre su propio eje, provoca esa espiral tan característica.
Para refrendar todo esto contamos con datos perfectamente contrastados. En 1976 se pudo comprobar las horas y los lugares del lanzamiento así como el reconocimiento por parte de las autoridades norteamericanas de los hechos. Lo mismo sucedió en 2009 y en 2012, con las autoridades rusas e israelitas respectivamente admitiendo que todo había sido fruto de un error en unas pruebas balísticas.
En el expediente canario se llegó a hablar de que el EVA (escuadrón de vigilancia aérea) número 21, no tuvo ningún eco en sus radares la noche de autos. Hasta el momento no hemos podido comprobar si los misiles Poseidón tenían la capacidad de eludir dichos sistemas, pero lo que sí podemos confirmar es que los Bulavá sí, por lo que no sería de extrañar que los anteriormente mencionados también tuvieran esa característica.
Además, las teorías alternativas, vistas ahora con perspectiva, que se querían dar a estos fenómenos parecen no sostenerse. En España, recordemos, el Doctor Julio Padrón afirmó haber visto a dos humanoides dentro de la esfera luminosa. ¿Realmente pudo ser capaz de divisar esas dos figuras dentro de una bola de luz que, a tenor de las instantáneas tomadas, debía de tener una luz poco menos que cegadora? Cuando menos nos surge la duda. Sin embargo en Noruega, las explicaciones vienen a ser mucho más excéntricas. ¿Una conspiración para establecer un nuevo orden mundial a través de sistemas holográficos? Es cierto que suena muy cinematográfico, pero hay que recordar que no hay ninguna prueba, salvo una suerte de “estatutos” colgados en internet, de este supuesto proyecto.