Según
ha salido publicado en el diario estadounidense The Washington Post, Estados
Unidos pretende formar a más de un millar de nuevos agentes para que realicen
funciones de inteligencia en el extranjero.
Esta
nueva reclusión de agentes coincide con la salida de las topas norteamericanas
de Irak y Afganistán. Estos nuevos miembro de la DIA, al contrario que los de
la CIA, no podrán llevar a cabo operaciones encubiertas y estarán destinados a
recopilar información de algunos grupos islamitas en Africa, a tener a la
administración Obama al corriente de los avances nucleares de Corea del Norte e
Irán y de la modernización del ejército chino. En resumen, un gran despliegue
que pretende controlar las principales potencias opositoras a Estados Unidos.
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